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ALEGATO CONTRA EL RACISMO (Leandro E.)

ALEGATO CONTRA EL RACISMO (Leandro E.) Si un lugar en la península ha tenido una importancia estratégica inigualable en la historia, ese ha sido Pancorbo.

Actualmente, con el adelanto de los sistemas de comunicación y de las tecnologías no nos podemos hacer una idea exacta de esta importancia en el pasado pero, si nos situamos siglos atrás, en los que el paso de las invasiones, con sus ejércitos, máquinas de guerra, provisiones y medios de influencia culturales y de todo tipo debían encontrar un sítio físico por el que pasar, entonces sí que podemos vislumbrar un poco más esta importancia estratégica. Actualmente las invasiones son más "virtuales" y las barreras físicas no son un obstáculo, sobretodo a nivel de colonización cultural.

Ya a nivel de los pueblos peninsulares, de sus diferentes reinos, la importancia de este lugar era bien evidente. La pertenencia sucesiva a los reinos de Castilla y Navarra provocó sucesivamente ocupaciones por uno y otro reino, con la consiguiente huida hacia uno u otro de sus pobladores y la mezcla de los que se quedaban con los nuevos colonos traidos por el nuevo reino administrador. La riqueza cultural de la España actual es el resultado, pues, de la herencia de sus diveresos pobladores, de sus mezclas y de la apertura mental hacia el hombre como persona por encima de diferencias que no son más que superficiales y que, quien se detiene a remarcarlas, demuestra su cerrazón mental como única defensa ante su incultura, aparte de negar su propia existencia.

Si España entera es el resultado de una mezcla de culturas, razas y pueblos, el caso de los lugares estratégicos lo ha sido en mayor medida incluso. Es por eso incongruente reivindicar una pureza de raza inexistente a nivel peninsular que, por otra parte, tampoco existe a nivel local a no ser, quizás, en lugares que hubieran permanecido aislados, lo que les hubiera conferido un retraso evidente en todos los aspectos con el resto d ela sociedad española.

La reivindicación de una raza y una diferenciación por parte de cualquier pueblo es, pues, quizás, la expresión de un sentimiento no reconocido de complejo de inferioridad que se intenta superar expresando precisamente la idea contraria de lo que auténticamente se piensa y se cree. Es como una defensa de lo indefendible amparándose bajo un escudo férreo que no deja ver lo que hay fuera ni a lo de fuera ver lo que hay dentro.

Mi pueblo, cruce de caminos, frontera de Castilla, La Rioja y el País Vasco, ha sido crisol de razas, culturas y pueblos durante muchos siglos y atesora la rudeza de sus escarpadas cimas, la riqueza de sus ricas tierras y la hospitalidad de sus gentes curtidas con el paso de la historia.

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